Praça Marquês de Pombal. Parque Eduardo VII. Lisboa.
El Parque Eduardo VII, catalogado como el jardín más grande de la ciudad de Lisboa, contiene en su interior zonas de juegos infantiles y de actividades deportivas, grandes avenidas que invitan al paseo y lo que es nuestro principal objetivo: la Estufa Fría.
El origen de la Estufa Fria se puede calificar como de casualidad. En un extremo del parque había una cantera abandonada que un jardinero, por su orientación hacia el sur, aprovechó para proteger una serie de plantas sensibles a los fríos vientos del norte. La idea gustó y se potenció tanto que terminó abriéndose al público en 1930 con el nombre de Estufa Fria. Este nombre se debe a que su techo de listones de madera da sombra pero no calor, como su vecina la Estufa Caliente, que se construyó a finales de la década de los 50, en la parte más alta de la cantera, con techo y paredes de cristal para recibir el máximo de luz. El conjunto se completa, en el exterior, con un lago en cuyas riberas se intenta recrear un paraje subtropical.
Según sus responsables, con la Estufa Fria no se ha pretendido nunca tener un Jardín Botánico propiamente dicho sino crear un espacio lo más natural posible y protegido de los excesos climáticos de Lisboa donde se puedan mantener en buenas condiciones plantas de la más variada procedencia.