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Descripción del picudo rojo.

Adulto: El picudo rojo es un coleóptero de gran tamaño que alcanza entre los 2 a 5 cm. de longitud. Se caracterizan por tener una prolongación de la cabeza en forma de pico, donde se sitúan las antenas en forma de maza, y por su color rojizo (ferruginoso).

En el dorso (protorax) presentan unas manchas negras muy visibles de tamaño y formas variables. A lo largo de los élitros destacan unas líneas estriadas, también de color negro.

Los machos, algo más pequeños de tamaño que las hembras, se distinguen de ellas por un «peine» denso y corto sobre el extremo del pico.

Huevo: Tiene forma ovalada, similar a un grano de arroz. Mide de 1 a 2,5 mm. de longitud y es de color blanquecino brillante.

La hembra adulta del picudo rojo oviposita en grietas y heridas, en galerías que perfora en la base de las hojas y en los tejidos blandos cerca del nacimiento de las hojas ( «ojo» de la palmera). En Phoenix dactylifera también realizan la puesta en los hijuelos que pueden nacer de su base.

Larva: Sufre diferentes estadios de desarrollo hasta alcanzar un tamaño entre 3 y 5 cm. Es claramente ápoda, es decir, carece de patas. Inicialmente es de aspecto rechoncho y tiene un color blanco-crema. Antes de pupar, ya en su último estadio, va adquiriendo un tono más oscuro.

La cabeza, de color marrón, dispone de poderosas mandíbulas en sus últimos estadios con las que pueden perforar galerías de más de 1 metro de longitud.

Se desarrolla en el interior de la médula húmeda de la palmera, que le sirve de alimento, descartando el material fibroso. En plantas jóvenes pueden encontrarse hasta por en el suelo.

Pupa: La larva del picudo rojo elabora cuando se aproxima su metamorfosis una envoltura ovalada (pupa) de 4 a 6 cm. de longitud a partir de fibras de la propia palmera.

En palmeras adultas podemos encontrar los capullos en la parte alta del tronco, en la base de las palmas, sueltas o insertas en su interior. En plantas jóvenes también enterrados en el suelo.

¿Cuánto vive el picudo rojo? Efecto de la temperatura en su desarrollo.

Aún siendo de origen tropical, este insecto ha demostrado tener una impresionante capacidad de supervivencia en regiones donde se alcanzan, en invierno, temperaturas próximas a cero, pudiendo entrar en estado fisiológico de dormancia (diapausa) dentro de la palmera e incluso en el suelo.

En el área mediterránea el picudo rojo completa su metamorfosis (huevo – larva – pupa – adulto) entre tres y cuatro meses.

Temperaturas próximas a los 10º C marcan el umbral inferior de temperatura para el desarrollo del Rhynchophorus ferrugineus . Sin embargo, no hay que olvidar, cuando el nivel de infestación de la palmera es elevado, los procesos de fermentación producidos como resultado de la alimentación de las larvas incrementan la Tª en el interior del tronco.

En condiciones de laboratorio y con dieta artificial, se ha comprobado que:

– A temperaturas inferiores a 15º C y superiores a los 40º C el picudo rojo no puede completar su desarrollo.

– Las temperaturas letales mínimas del picudo rojo son 10º C para el estadio de huevo, 5º C (larva) y 0º C (pupa).

– La Tº óptima para el desarrollo de las larvas está próxima a los 25ºC.

– La longevidad media para los diferentes estadios a diferentes temperaturas es:

A 30º C los adultos viven de 2,5 meses (hembras) a 3 meses (machos), a 25º C de 5 meses (hembras) a 7 meses (machos) y a 20º C de 6,5 meses (hembras) a 9 meses (machos).

Las hembras adultas pueden poner más de 350 huevos que eclosionan a los 2-4 días, si bien sólo una parte llegará a estadio adulto (cerca de un 77% a 25º C).

Las larvas terminan su ciclo en 1-3 meses. En laboratorio lo hacen entre 70 días (a 35ºC) y 200 días (a 20ºC). A 15º C la mayoría de las larvas neonatas mueren a lo largo de un periodo de tiempo máximo de 68 días. Sin embargo, algunas larvas son capaces de sobrevivir durante 457 días, pasando por un total de 11 estadios (Martín & Cabello, 2005b).

La duración del estadio de pupa varía de 1,5 meses (20ºC) a medio mes (35ºC).

¿Cuanta descendencia puede llegar a tener una hembra de Rhynchophorus ferrugineus al año en condiciones “normales”? En laboratorio, en condiciones ideales, se podrían conseguir millones de adultos (!).

Cuando, cómo y por qué se dispersa el picudo rojo.

Los adultos de picudo rojo tienen actividad diurna y son de hábito sedentario, no abandonando normalmente la palmera donde se han desarrollado mientras exista tejido vegetal susceptible de servirles de alimento a ellos y a su próxima generación.

Dentro de una misma palmera se podrán encontrar varias generaciones de picudo rojo en todos sus estadios de desarrollo y, llegado el momento, muchas hembras partirán con los huevos ya fertilizados a colonizar nuevas palmeras.

Según algunos investigadores los adultos vuelan, por lo general, unos pocos cientos de metros pero también pueden hacerlo durante mucho tiempo y recorrer sin dificultad hasta 5 o más Km. contra el viento. Si hay palmeras próximas se desplazarán caminando y después, con mucha facilidad, treparán por el tronco, siempre atraídas por las feromonas (hormonas sexuales producidas por otros adultos de picudo rojo) y/o por las kairomonas (sustancias químicas producidas por las palmeras).

Cuando se dispersa, el picudo mostrará preferencia por aquellas plantas que tengan heridas (de poda, deshijado, etc.) pero, en cualquier caso, no hay que olvidar, el medio más rápido de dispersión del picudo rojo es el comercio de plantas infestadas y el abandono de las que tenemos.

Síntomas y daños causados por el picudo rojo en las palmeras.

Una palmera adulta puede estar infestada y no mostrar ningún síntoma durante 3, 8 o incluso más meses, y cuando queramos actuar ser ya demasiado tarde para evitar su muerte.

La La sintomatología producida por el picudo rojo producida por el picudo rojo es debida a la actividad alimenticia de las larvas y, en menor medida, de los adultos. De hecho, si intentamos sanear la copa de una palmera con un grado de afección avanzado encontraremos, en una masa de tejido en fermentación que desprende un desagradable olor ácido característico, abundantes larvas -se han llegado a contar hasta más de un millar en Washingtonia filiferay Phoenix canariensis adultas-.

En los ataques muy fuertes toda la copa de la palmera acaba desplomándose y secándose. Si tiramos de las hojas afectadas, éstas se desprenderán con cierta facilidad. En su base observaremos las galerías abiertas por las larvas en sus últimos estadios de desarrollo y, muy frecuentemente, también un gran número de capullos.

La colonización de una Phoenix canariensis adulta por el picudo rojo suele iniciarse por la parte superior y, en el caso de plantas jóvenes, por todo el tronco desde el mismo suelo.

Cuando la entrada ha sido por la copa, cerca del «ojo» de la palmera, los síntomas se manifestarán más rápidamente ya que observaremos las hojas centrales, las más jóvenes, con los foliólos mordisqueados. Hojas caídas y/o el desplazamiento del ojo de la palmera pueden ser indicativos de la presencia del escarabajo.

Por el contrario, si la penetración se produce a lo largo del tronco podremos tener algo más de tiempo para actuar, pero la palmera siempre morirá cuando las galerías producidas por las larvas dañen la yema apical o punto de crecimiento. La presencia de serrín nos ayudará a detectar los orificios efectuados por el picudo rojo. En Phoenix dactylifera , Washingtonia spp , Roystonea regia, Ravenea rivularis, Dypsis decaryi y otras especies se puede observar también una exudación viscosa de color rojizo.

En Phoenix dactylifera lo más frecuente es que la entrada del picudo rojo se dé a través los hijuelos que nacen de su base.

¿Por qué es tan temible el picudo rojo? ¿Cuánto tiempo puede vivir una palmera infestada?

La presencia de picudo rojo en palmeras adultas es prácticamente imposible de detectar al principio ya que este insecto se oculta y alimenta en el interior del tronco.

Los síntomas pueden tardar en ser evidentes varios meses e incluso no aparecer hasta uno o más años después (Washingtonia spp. y Phoenix dactylifera), pero una palmera canaria, con un siglo de vida, puede caer fulminada en cuestión de meses tras ser evidente que estaba sufriendo un ataque de picudo rojo .

El picudo rojo ha demostrado tener una gran capacidad de adaptación a diferentes entornos y una gran velocidad de reproducción en el área mediterránea, de forma que una sola palmera adulta infestada dará lugar, si no lo evitamos nosotros, a la dispersión de cientos y cientos, hasta millares en los casos más graves, de nuevos adultos a la búsqueda de más alimento.

Tenemos que insistir de nuevo, en que no nos consta que haya alguna investigación medianamente seria sobre la resistencia que ofrecen al picudo rojo las más del centenar de especies de palmeras que son cultivadas en los Parques y Jardines del Mediterráneo.

Está comprobado que las palmeras canarias tienen algo especial para el picudo rojo. ¿Pero qué? Se puede suponer, por ejemplo, que una palmera de «madera» dura como la  Copernicia alba siempre opondrá mayor resistencia a la infestación que otra especie de «madera» blanda como las Pritchardias pero … son suposiciones. ¡Y no parece haber ninguna prisa por parte de los diferentes organismos oficiales responsables de cada país y de la CE en invertir el dinero necesario para combatir el Rhynchophorus ferrugineus !

Nos alarma pensar lo que va a suceder con los millones de palmeras que actualmente hay en cultivo y que no se venden debido a la situación de crisis económica que hay en Europa y por la caída en la demanda provocada por la infestación y muerte de tantos ejemplares. Da miedo.

En noviembre de 2011, queremos añadir una foto hecha hace poco tiempo en un sitio que no necesita presentación: La Alhambra de Granada.